
Quien no ha oído la expresión “yo trabajo por dinero”. Partiendo de que la inmensa mayoría de los humanos necesitan dinero para vivir.
En un mundo ideal, elegiríamos sin considerar ese factor y encontraríamos trabajos que amamos, ese no es el caso de los que dicen: «trabajo por dinero».
Si “el empleo” sólo se elige por dinero, porque hay que comer, pagar la hipoteca, el ocio,… ¿no sería mejor elegir ganarlo con aquello que realmente nos gusta y no apasiona?
Si, sería mejor orientarnos a la felicidad, buscar desarrollarnos porque parece que si es sólo por dinero queda poca satisfacción y esa la elección nos aleja de lo que nos hace felices, con lo que disfrutamos, lo que nos apasiona, nos divierte y nos hace fluir.
Todos somos únicos y encajar en una posición puede no se siempre fácil, pero sentirse atrapado en esa posición sólo «por dinero» puedes ser agotador.
¿Por qué pensamos que no podemos elegir?
Podemos elegir, pero no es fácil, tenemos que conocernos, hacernos preguntas importantes, buscar soluciones e innovar en las respuestas.
El tiempo que pasamos trabajando representa más del 30% de nuestra vida despierta, es una gran inversión…
Posibilidades:
- dejar pasar los días sin vivirlos, esperando a esa gratificación mensual que parece tan pequeña o tan grande que nos mantiene, como dice un amigo, en “nuestra jaula de oro”
- hacer lo que nos gusta, levantarnos todas las mañanas con la ilusión de tener un plan, con las ganas de coger el día por delante y disfrutarlo al máximo.
La insatisfacción también genera estrés, el Mental Health America (MHA) y la Fundación Faas , en su estudio Mind the workplace determinó que el 81% de las personas cree que el estrés en el trabajo afecta negativamente las relaciones que tienen con sus familiares y amigos.
Busca un trabajo que te apasione y haz lo que te gusta. ¿Quieres intentarlo?
“Trabajo por dinero”. ¡Que no sea tu única razón!
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Foto de cabecera: Pixabay y Devanath
