El edadismo es una forma de discriminación. El término quizá sea poco conocido, pero no su discriminación que afecta a millones de personas en sus vidas personales y profesionales.

El edadismo es una discriminación por motivos de edad.

Fue Robert Neil Butler, médico gerontólogo, psiquiatra y autor ganador de un Premio Pulitzer, quien acuñó el término edadismo en 1968 para referirse a la discriminación de las personas mayores, basada en prejuicios y estereotipos respecto a la edad.

Según la OCDE, la edad no es un indicador fiable para juzgar la posible productividad o empleabilidad de un trabajador. ¡No puedo estar más de acuerdo!

Desgraciadamente, el edadismo es universal, por ejemplo en los textos de las ofertas de empleo.

Una búsqueda en Google de oferta de empleo “talento junior” da un resultado de 2.070 resultados. Solicitan expresamente talento junior y tácitamente se asocia junior a capacidad de desarrollo y apredizaje.

Mientras que una búsqueda similar Google: oferta empleo “talento senior” no devuelve ninguna oportunidad de empleo que incluyan ambas palabras, talento y senior. Si hay ofertas de empleo senior, pero parece que sin talento…

Según la Encuesta Adecco-Infoempleo El 51,7% de de los desempleados cree que no encuentra trabajo debido a su edad.

María del Carmen Alemany, Trabajadora Social y Periodista en el Ayuntamiento de Madrid en el artículo Mayores de 45, el talento excluido de las empresas comparte frases que discriminan la edad y se encuentran en las ofertas de empleo. 

Pero el edadismo no sólo es una discriminación externa, sino también interna, su “integración” hace que las personas se discriminen a sí mismas con expresiones como:

• “me pilla mayor”
• “la edad no perdona”
• “por mi edad no…”
• “a partir de esta edad…”
• “quien me va a contratar con…”

Cuidar el lenguaje es imperativo tanto a nivel individual como a nivel de empresa y como sociedad. 

Las consecuencias profesionales de sufrir discriminación por edadismo son terribles para el profesional, crea barreras de inseguridad y miedo, derriba la autoestima, genera estrés, entre otras consecuencias que también le afectan a su vida personal.

Pero también es terrible para la sociedad porque el edadismo hace invisible el talento senior y lo desperdicia.

Antes había tres edades, se entraba en la última, la Tercera edad, a los 65 años con la jubilación. Hoy hablamos de la Cuarta edad, porque a los 65 años todavía se está en plenitud física y mental.

Y en el artículo La empresa con futuro tiene una cultura “pro-aging” publicado en el Glocalthinking, el blog de Meta4 leemos que hoy el ser humano incrementa su esperanza de vida unas 5 horas cada día.

Al igual que la Transformación Digital, la discriminación por edadismo requiere de un cambio cultural, en la cultura de las empresas, en la cultura de la sociedad y en la cultura individual, es esta por la que debemos empezar.

Un cambio cultural individual que reconozca el talento senior, que lo ponga en valor y le dé a la empleabilidad de los 40Plus, 50Plus y 60Plus la visibilidad que merecen.

Un cambio cultural individual como compañero, como amigo, como jefe, como colega… impulsando y trabajando por un cambio cultural en las empresas y en la sociedad.

Ya hay muchos profesionales y empresas que están trabajando en ello, te dejo estos ejemplos:

1. La Fundación Endesa a través de la Generación Savia
2. El Programa Imparables de Aquarius, ya en su 3ª edición
3. Talento Cooldys con grandes profesionales como Cèlia Hil
4. Altadis que en 2018 recibió el primer ‘Premio Generacción’ por su programa de Gestión de Talento Sénior

¿Te apuntas tú también a eliminar la discriminación por edadismo?

Foto de cabecera: Pixabay y  geralt

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