
Las neuronas espejo tienen un gran potencial.
Nos permiten aprender por imitación, aprender por influencia, empatizar, desarrollar habilidades, almacenar información, apreciar el arte, disfrutar y también sufrir, enfadarnos, agobiarnos, …
Es importante elegir qué reflejar y de quien reflejarnos o cuando no hay elección, hacer consciente ese reflejo.
Cuando vemos a alguien reír, llorar, mostrar disgusto y experimentar dolor, en cierto sentido compartimos esos sentimientos.
Nos emocionamos cuando una canción o una película nos hace experimentar ciertos sentimientos.
¿Qué son las neuronas espejo?
El neurofisiólogo Giacomo Rizzolatti, junto con su equipo, allá 1990, descubrió las «neuronas espejo «.
Realizó un experimento con primates, en el que descubrió las neuronas espejo por serendipia porque estas neuronas se activaban no sólo cuando el mono realizaba la acción de llevarse comida a la boca sino también cuando veía que un humano lo hacía.
“Las neuronas del individuo «reflejan» el comportamiento del otro, como si el observador estuviera realizando la acción. De allí su nombre de espejo». Wikipedia
Y la neurociencia no ha parado de aportar hallazgos de las implicaciones del poderoso intercambio de experiencias.
La imitación es desde siempre una poderosa herramienta de aprendizaje, imitamos desde bebes la sonrisa o la risa y seguimos imitando cuando somos adultos aquello en lo que encontramos influencia.
Pero también las neuronas espejo hacen que el comportamiento y acciones de otros nos afecten a cómo pensamos, qué sentimos y qué hacemos, también los nuestros sobre los demás.
¿Cómo aprovechar el potencial profesional de las neuronas espejo?
- Compartir tu pasión cuando compartas algo te apasiona, ¡déjate llevar! Contagia, genera una sintonía en las que las neuronas espejo de quien tienes en frente se pongan en marcha, que te identifique con ello.
- Construir relaciones, cuando te llevas bien con alguien “entrégate” reflejaras mucho de su comportamiento inconscientemente. Y cuando conozcas a alguien nuevo, prueba un poco de reflejo proactivo para obtener una conexión instantánea y una buena conversación.
- Manejar el estado de ánimo, las neuronas espejo hacen que el comportamiento y acciones de otros afecten a cómo pensamos, qué sentimos y qué hacemos, también los nuestros sobre los demás. Podemos usarlos para entender las intenciones, las emociones, en definitiva, para comprender mejor las emociones ajenas y que no hagan espejo con las nuestras.
- Desarrollar habilidades sociales actuando e influyendo respuestas positivas y emitiendo tus propias señales, evitando aquellas que reflejen ansiedad, enfado, actitud defensiva,…
- Aprender por imitación, mira a tu alrededor, cerca o lejos, ¿en quién te quieres reflejar? La imitación siempre ha sido una poderosa herramienta de aprendizaje.
- Manejar conflictos cambiando tus expresiones, compartiendo gestos de apoyo, comunicando con tu lenguaje corporal más cercanía
La buena noticia, la magia del cambio está en uno mismo.
Según estudios recientes, es que nuestro cerebro es moldeable, es decir, que la organización de sus circuitos está cambiando constantemente en función de la experiencia y el aprendizaje, gracias a la neuro-plasticidad.
Saca partido del poder de las neuronas espejo con una energía que te alimente personal y profesionalmente.
Aprovecha el potencial de las neuronas espejo.
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Foto de cabecera: Pixabay de a_m_o_u_t_o_n
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