
Las estadísticas aseguran que los profesionales quieren trabajar en remoto, pero no quieren ir a la oficina a teletrabajar.
Los presentes cada uno en su mesa y para distintas ubicaciones reuniones a través de plataformas, ¿qué sentido tiene la presencialidad si se trabaja como si se estuviera en remoto?
El artículo “El lugar de trabajo al servicio del propósito” de Cinco Días, da la clave: “Las oficinas deben ser espacios para conectar con la misión y los valores de la organización”.
En esta línea, McKinsey en su artículo “Reimaginando el futuro de las oficinas centrales de servicios financieros” habla de que las “futuras sedes deben reinventarse como lugares que aceleren una cultura y una mentalidad de aprendizaje continuo”.
El reto que esto plantea es una cultura de aprendizaje y un nuevo liderazgo que busque aumentar la capacidad de innovación del equipo e incrementar el nivel de colaboración.
Adam Ozimek en el artículo “La próxima fase del trabajo remoto será aún más disruptiva” en el World Econimic Forum:
- Habla de los cambios en el trabajo remoto que quedan por llegar
- Comparte que la próxima fase del trabajo remoto transformará las economías
- Pregunta ¿cómo funciona la transferencia de conocimiento en su empresa cuando pasa a ser completamente remota?
Aquí el reto hibrido serán:
- Las mejoras en la experiencia de empleado, ahora que la línea entre la oficina y el domicilio se desdibuja día a día y, por tanto, el entorno familiar pasa a ser parte de esa experiencia y debe tenerse en cuenta en el diseño
- Los indicadores de rendimiento, los antiguos basados en la visibilidad han quedado obsoletos, ahora se trata de propósito
Hoy evaluar el desempeño se enfoca a los resultados que apuntan a contribución al negocio y tambien a comportamientos, alineados con la cultura Agile.
En el artículo del Time «La oficina tal como la conocemos ha terminado«, el director ejecutivo de Airbnb, Brian Chesky nos comparte sus opiniones:
- Creo que la oficina como la conocemos se acabó. Es como una forma anacrónica. Es de una era pre-digital
- La oficina tiene que hacer algo que una casa no puede hacer
- La gente seguirá yendo a las oficinas, pero será para diferentes propósitos, para espacios de colaboración
- La solución va a ser un verdadero híbrido, no tres días en la oficina. Va a ser una flexibilidad total y luego se reunirá de una manera inmersiva cuando lo necesite
Y Anne Helen Petersen, coautora del libro “Fuera de la oficina: el gran problema y la mayor promesa de trabajar desde casa” nos da claves:
“Me aseguro de estar haciendo el trabajo correcto para el lugar correcto al comprender cuáles son los beneficios del trabajo en persona y remoto. Para mí, el tiempo en persona debe ser principalmente social y centrado en la construcción de relaciones, no en cosas generales ni en nada realmente difícil. Guardo esas tareas para el trabajo remoto”
Es decir, un modelo operativo híbrido en el que el espacio físico de la oficina está centrado en:
- la colaboración de los equipos
- la gestión de “conversaciones difíciles”
- fomentar la cohesión y la inclusión
- centrar la seguridad psicológica de los equipos, como parte de esa cultura agile.
La oficina ha pasado a tener otra función y los profesionales necesitan presencia o socialización en mayor o menor medida, es más una preferencia personal, pero los empleados no quieren ir a la oficina a teletrabajar.
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Foto de cabecera: Pixabay de congerdesign

Hola Victoria:
Cómo ha evolucionado el teletrabajo después de la pandemia es algo que me fascina, precisamente porque creo que se está haciendo mucho de forma poco correcta y se está escuchando poco o nada a los empleados.
De «el teletrabajo ha llegado para quedarse» hemos pasado a «no es posible el teletrabajo» que se encuentra en muchas ofertas de empleo. Creo que el confinamiento mostró que empresas y empleados no estaban preparados para un trabajo remoto, y ahora muchas empresas parecen querer olvidar ese periodo y hacerlo desaparecer de sus negocios. De hecho, creo que el título de tu artículo refleja bien que es lo que esperan las empresas del teletrabajo: les permite ahorrar costes, de ahí que quieran a trabajadores presenciales, pero haciendo cosas de forma remota.
En lo personal, en estos dos años he recibido dos ofertas de trabajo de dos grandes compañías, ambas ofrecen servicios online (e-commerce muy conocidos a nivel internacional) y en ambas mis tareas (de traducción) se podían realizar desde casa; sin embargo, ninguna de ellas ha contemplado la opción de un trabajo en remoto o de trabajo híbrido. Al preguntar por los motivos, ambas me han dado excusas, vagas: preparar reuniones, clientes que se pueden presentar sin avisar…
Yo espero que el teletrabajo se convierta en una alternativa real, pero para ello desde las empresas tienen que entender que no reduce la productividad, sino que, si bien enfocado puede aumentarla.
Muchas gracias por tu artículo.
Un saludo
Hola María, muchas gracias por compartir tu experiencia y tu punto de vista.
Como tú, personalmente me parece que el teletrabajo debería ser una alternativa real.
Un abrazo